Su tronco grueso y retorcido, su corteza plateada y sus hojas lanceoladas hacen del olivo un árbol mágico de belleza singular. Originario de Grecia y Asia Menor, el olivo nos ofrece como fruto la aceituna y de ella obtenemos un jugo bien tildado como ‘oro líquido’.

El aceite de oliva es, si no el principal, uno de los grandes tesoros de la cocina mediterránea. Su exquisito sabor y sus beneficios para la salud lo convierten en un preciado ingrediente codiciado ya en el antiguo Egipto, el imperio griego y el romano, donde era empleado tanto por sus cualidades culinarias como medicinales.